Los cuernos son una realidad:
Según he podido observar en el Internet, a pesar de ser un tabú en casi todas las sociedades (sino en todas) este tema de los cuernos es una fantasía presente en la mente de muchas parejas a nivel mundial, tanto de ellos como de ellas; algunas veces son fantasías silenciosas y otras veces ésta es manifestada a la pareja con consecuencias felices para unos e infelices para otros.
Según mi experiencia y los casos a los que he podido tener acceso a través de la lectura, los cuernos consentidos no es una fantasía que todos puedan llevar a la práctica. Sólo las parejas que hayan alcanzado un alto nivel de madurez y solidez podrían atreverse a plantear esta aventura a su pareja y dar algunos pequeños pasitos y evaluar qué tan cómodos y seguros se sienten con lo cuernos.
Según he podido observar en el Internet, a pesar de ser un tabú en casi todas las sociedades (sino en todas) este tema de los cuernos es una fantasía presente en la mente de muchas parejas a nivel mundial, tanto de ellos como de ellas; algunas veces son fantasías silenciosas y otras veces ésta es manifestada a la pareja con consecuencias felices para unos e infelices para otros.
Según mi experiencia y los casos a los que he podido tener acceso a través de la lectura, los cuernos consentidos no es una fantasía que todos puedan llevar a la práctica. Sólo las parejas que hayan alcanzado un alto nivel de madurez y solidez podrían atreverse a plantear esta aventura a su pareja y dar algunos pequeños pasitos y evaluar qué tan cómodos y seguros se sienten con lo cuernos.
La diferencia entre cuckold y swinger:
Si bien es cierto estas 2 formas implican una forma de pensar más liberal respecto de la sexualidad que el común de las personas, ambas actividades implican sexo extraconyugal y ambas formas de pensar han roto los tabúes impuestos por la sociedad; sin embargo, son diferentes en cuanto al rol y permisos con que cuenta cada uno de los miembros de la pareja, en particular el hombre de la casa.
Los swingers están constituidos por parejas en las que ambos cuentan con libertad de disfrutar de su sexualidad con otras personas. Tanto él como ella pueden tener encuentros sexuales con otras personas juntos en la misma habitación o, en ocasiones, cada uno por su lado pero siempre con el conocimiento y consentimiento de la pareja.
En el mundo de los cuckold o cornudos, ella, la esposa, es la que goza de esta libertad. Ella puede, y de hecho lo hace, tiene sexo con otros hombres delante de su esposo o por su cuenta pero con el conocimiento y consentimiento de él. Por su parte él no goza de esta libertad, él debe guardar fidelidad a su amada esposa siendo feliz y gozando cuando su esposa es feliz y goza.
Seguridad vs dudas:
La pareja cuckold debe estar completamente segura de lo que desea hacer. Ella debe amar a su esposo y saber que haga lo que haga o con quien lo haga, siempre va a regresar a su hogar (aunque sea con la vagina irritada y llena de semen). Él debe estar seguro del amor de ella y que sus encuentros sexuales con otros son solo eso: sexo.
En alguno de los blogs amigos decían, y estoy totalmente de acuerdo, que el 99.99% no es suficiente, aquí se está 100.00% seguro o mejor es no intentarlo.
Si hay alguna duda, por pequeña ésta que sea, hay que parar, conversar bien al interior de la pareja (aquí los terceros salen sobrando), evaluarlo y decidir si continúan o abandonan el intento dejándolo en la pura fantasía.
Una linda relación de pareja no se debe perjudicar por un simple "calentón" de una fantasía.
Según mi experiencia, es importante, muy importante, que la pareja vaya realizando una evaluación de su situación como pareja, que debe ser muy fuerte y estable, y a partir de ahí vaya avanzando.
Sus fantasías:
Lo primero que deben considerar es su nivel de comunicación: ¿Qué tan fácilmente pueden expresarse el uno con el otro? ¿Qué tan bien pueden entender su lenguaje verbal y no verbal? ¿Qué tan tolerantes son con la forma de pensar del otro? ¿Qué tanta afinidad tienen en sus actividades? (no solo en lo sexual), etc.
Y es que si su comunicación está en un buen nivel, esto llevaría implícitamente a un alto conocimiento de su pareja, de su forma de pensar, sus gustos y aficiones, su jerarquía de valores, sus prioridades, sus sueños y también sus fantasías.
Pienso que el conocimiento de la pareja debe ser realmente pleno para adentrarse en este mundo pues deben tener en cuenta que cuando estén realizando sus exploraciones y estén presentes otras personas en la misma habitación (pues de eso se trata este tema) ambos deben poder "leerse" mutuamente y saber si están cómodos o si algo no les ha gustado y esto muchas veces no lo van a poder decir en voz alta... Imagínense que están en una cita, en una cena para conocer al candidato, y de repente ella siente un aroma que le resulta desagradable. Ella no va a poder decir "él apesta", pero su pareja debe poder darse cuenta de inmediato que este candidato no va a ser el elegido y que entre ambos deben ir dándole las señales para rechazarlo de la manera más amable posible porque tampoco se trata de hacer sentir mal a la gente.
¿Estamos realmente seguros de esto?
Aunque suene repetitivo debo insistir en esto, mi intención con esta serie de artículos no es calentar a nadie para que se tire de cabeza a la piscina sin saber si tiene agua.
Muy bien, creemos que nos conocemos lo suficiente y nuestra relación y amor es muy fuerte y estable y, entonces nos hacemos las preguntas: ¿Cómo le digo a mi pareja que tengo una fantasía cuckold? ¿Cómo lo tomará? ¿Afectará mi relación de pareja?... Entonces, volvemos al punto anterior, si no sabes cómo decírselo o cómo lo va a tomar entonces no la conoces lo suficiente como para ingresar a este mundo, hay que regresar al punto anterior y seguir trabajando la comunicación, el conocimiento mutuo, la confianza y la estabilidad emocional de la pareja en su conjunto.
Luego, una vez se ha superado la barrera de la comunicación y del conocimiento, creo que sigue el establecimiento de las prioridades. Si bien es cierto los corneadores deben recibir su ración de goce y los cornudos gozamos mucho prestando a nuestras esposas, lo principal y más importante es el disfrute de ella. Ella va a disfrutar de su sexualidad con la complicidad de su esposo. Esto debe estar muy claro, es una decisión de ambos, aquí nadie puede ni debe imponerle cosas a nadie.
En los próximos artículos seguiré comentando la forma en la que creo se debe adentrar correctamente a conseguir unos cuernos bien puestos sin poner en riesgo la estabilidad de la pareja. Espero colaboren con comentarios que seguramente servirán para enriquecer su contenido y encaminar futuros artículos.
Saludos
Carlos
Lo primero que deben considerar es su nivel de comunicación: ¿Qué tan fácilmente pueden expresarse el uno con el otro? ¿Qué tan bien pueden entender su lenguaje verbal y no verbal? ¿Qué tan tolerantes son con la forma de pensar del otro? ¿Qué tanta afinidad tienen en sus actividades? (no solo en lo sexual), etc.
Y es que si su comunicación está en un buen nivel, esto llevaría implícitamente a un alto conocimiento de su pareja, de su forma de pensar, sus gustos y aficiones, su jerarquía de valores, sus prioridades, sus sueños y también sus fantasías.
Pienso que el conocimiento de la pareja debe ser realmente pleno para adentrarse en este mundo pues deben tener en cuenta que cuando estén realizando sus exploraciones y estén presentes otras personas en la misma habitación (pues de eso se trata este tema) ambos deben poder "leerse" mutuamente y saber si están cómodos o si algo no les ha gustado y esto muchas veces no lo van a poder decir en voz alta... Imagínense que están en una cita, en una cena para conocer al candidato, y de repente ella siente un aroma que le resulta desagradable. Ella no va a poder decir "él apesta", pero su pareja debe poder darse cuenta de inmediato que este candidato no va a ser el elegido y que entre ambos deben ir dándole las señales para rechazarlo de la manera más amable posible porque tampoco se trata de hacer sentir mal a la gente.
¿Estamos realmente seguros de esto?
Aunque suene repetitivo debo insistir en esto, mi intención con esta serie de artículos no es calentar a nadie para que se tire de cabeza a la piscina sin saber si tiene agua.
Muy bien, creemos que nos conocemos lo suficiente y nuestra relación y amor es muy fuerte y estable y, entonces nos hacemos las preguntas: ¿Cómo le digo a mi pareja que tengo una fantasía cuckold? ¿Cómo lo tomará? ¿Afectará mi relación de pareja?... Entonces, volvemos al punto anterior, si no sabes cómo decírselo o cómo lo va a tomar entonces no la conoces lo suficiente como para ingresar a este mundo, hay que regresar al punto anterior y seguir trabajando la comunicación, el conocimiento mutuo, la confianza y la estabilidad emocional de la pareja en su conjunto.
Luego, una vez se ha superado la barrera de la comunicación y del conocimiento, creo que sigue el establecimiento de las prioridades. Si bien es cierto los corneadores deben recibir su ración de goce y los cornudos gozamos mucho prestando a nuestras esposas, lo principal y más importante es el disfrute de ella. Ella va a disfrutar de su sexualidad con la complicidad de su esposo. Esto debe estar muy claro, es una decisión de ambos, aquí nadie puede ni debe imponerle cosas a nadie.
En los próximos artículos seguiré comentando la forma en la que creo se debe adentrar correctamente a conseguir unos cuernos bien puestos sin poner en riesgo la estabilidad de la pareja. Espero colaboren con comentarios que seguramente servirán para enriquecer su contenido y encaminar futuros artículos.
Saludos
Carlos
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